miércoles, 1 de octubre de 2008

DESAFIOS DE LA POSTMODERNIDAD


Recojo este interesante artículo de Joel Chung Meletz sobre la sociedad postmoderna actual, y los desafíos y oportunidades que supone para quienes estamos dispuestos a cumplir la Gran Comisión entre los jóvenes de esta generación. Vayan tomando nota...

Para Mc Grant, el Postmodernismo es una sensibilidad cultural sin absolutos, sin certidumbres, ni bases fijas, que se deleita en el pluralismo y la divergencia y que tiene como meta, pensar a través de la situacionalidad radical de todo pensamiento humano.
A esto añade Stanley J. Grenz, que el cristianismo pasa por una crisis.
El ve una insatisfacción creciente con la manera tradicional de ser y actuar como iglesia. Esta crisis ha resultado en que algunos observadores concluyan en que el vocablo cristiano pierda su significado. Surge la pregunta, ¿Podemos hablar de un movimiento cristiano o de cristianismo?.Esta insatisfacción es parte de gran cambio cultural que esta afectando el mundo occidental, este es un aviso para el encuentro con la era del Postmodernismo. Juntamente con ella sus desafíos.

Según Paúl Poupart, sobresalen cinco desafíos para el anuncio del evangelio.
1. El desafió de la verdad
2. Anunciar a Jesucristo en la Nueva Era
3. Persona Humana y familia
4. Sociedades Multiculturales
5. La
revolución Informática

El desafío de la verdad:
Una de las características del postmodernismo es la aparición de una nueva racionalidad. El
hombre postmoderno es hedonista y consumista, como le enseña el sistema. Relativista y escéptico, vive de impresiones, de impactos sensoriales o emocionales, de lo efímero. La verdad es una experiencia estética y retórica, oyendo hablar de la verdad, nuestro mundo responde con la pregunta cínica y desengañada de Pilatos: ¿Y que es la verdad?. El citado autor propone una cultura de la verdad hecha de inmenso respeto y acogida hacia la realidad, traducida en Respeto hacia la persona, que es lo eminente de lo real.

Anunciar a Jesucristo en la Nueva era:
Íntimamente vinculado a lo anterior, esta el desafió de anunciar a Jesucristo en una era de religiosidad salvaje. El problema no es si nuestro pueblo creerá o no, sino en que creerá. La modernidad es un estado de incertidumbre acerca de los dioses, pero la postmodernidad es el regreso triunfal de los dioses, mitologias y
religiones precristianas, en cada región adquieren una coloración especial.
En nuestra
América se vuelven a los cultos precolombinos. De las religiones pre cristianas y sus mitologías pasamos a la magia, el ocultismo y el aumento de las sectas satánicas, como dijo el pensador Humberto Eco: "Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no es que no crean en nada, creen en cualquier cosa". Esta religiosidad salvaje, el cardenal Lehmann ha definido "teoplasma", especie de plasticina religiosa a partir de la cual cada uno fabrica sus dioses a su propio gusto, adaptándose a las necesidades propias. (7)
Paúl Poupart, propone ante este problema, un
dialogo entre religiosos, claro esta, el dialogo no puede sustituir el presentar a Jesucristo. La esperanza de que un pequeño puente tendido hoy pueda mañana servir de intercambio fecundo entre creyentes.

Persona Humana y Familia:
Otro desafió tiene como objeto directamente al hombre. Nos referimos al genoma humano,
la clonación, etc. Hemos llegado a los escenarios futuristas, un mundo feliz donde los hombres humanos son producidos, sometidos a precisos controles de cualidad, y ya no engendrados. Por otra parte la desintegración familiar. La aprobación de leyes reguladoras de parejas equipando las uniones de homosexuales al matrimonio monoparental.
La visión antropológica de la complementariedad de sexos, entre hombre y
mujer, cede a la ideología del género, como se presento en Pekín en el 1995: cada uno configura su propia orientación y comportamiento sexual libremente, sea heterosexual, homosexual o bisexual, como un derecho ejercido libremente.
A este hombre del siglo XXI, es a quien ha de anunciarle el misterio de la intima comunión con el Dios Trino, llamarlo a la comunión con los hijos de Dios, desarrollando un
proyecto de vida en un matrimonio o en la vida comunitaria.

Ser cristiano en un Mundo Globalizante:
La
globalización económica y cultural es un fenómeno sumamente complejo, prueba de eso es lo que se ha dado llamar "el pueblo de Seattle". La contestación radical a la globalización, que paradójicamente es un producto de la globalización misma, pues ha logrado amalgamar elementos tan heterogéneos como los pueblos nativos americanos, movimientos anarquistas, sectas orientales, desocupados y sin tierra, precedentes de todo el planeta, y ello gracias al principal motor de la globalización, que es el Internet.
La globalización contiene elementos muy positivos, que facilitan enormemente el intercambio entre los pueblos diversos, ¿y porque no? Para la evangelización.
Estamos frente a un fenómeno migratorio sin precedentes en la historia de la humanidad. Estamos ente un
proceso de cambio cultural de incalculables proporciones, que debe hacernos reaccionar. ¿Sabrá la iglesia estar al lado de los nuevos esclavos del siglo XXI?

Las Nuevas
sociedades Culturales:
Otro desafió es la presencia de la iglesia en una sociedad multicultural y pluralista. El respeto a la
identidad cultural de los recién llegados no puede ponerse en discusión.

La revolución Informática:
Lo que no se percibe a través de los
medios, es como si no existiera. La misión de la iglesia es comunicar las buenas nuevas, por eso no puede prescindir de ellos. La iglesia puede aprender de los medios, y los medios de la iglesia, que es experta en la humanidad. Entonces, la iglesia no debe ignorar la influencia de los medios masivos, y aprovecharlos para el mensaje de Jesucristo.
__________
Salina y Escobar, Postmodernidad: y desafíos, 1993.
Grenz Stanley J., Revisioing Evangelical thelogy, Illionois, Varsity Press, 1993.
Poupart Paúl, La iglesia frente a los desafíos, Servicato.com

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